El telescopio VLT (Very Large Telescope) del Observatorio Europeo Austral (ESO) detectó el glóbulo cometario CG4, también conocido como ‘La mano de Dios’, una nebulosa de difícil localización y cuya naturaleza exacta sigue siendo un misterio.

La imagen se asemeja a la cabeza de una gigantesca bestia. Tiene un diámetro de 1,5 años luz y la cola tiene ocho años luz de largo.

Para los astrónomos, es una nube pequeña y fue localizada en una enorme mancha de gas brillante llamada nebulosa Gum.

En esta nueva imagen, CG4 se encuentra a unos 1.300 años luz de la Tierra, en la constelación de Puppis. Aunque está relativamente cerca, a los astrónomos les llevó mucho tiempo encontrarla, ya que su resplandor es muy débil y, por lo tanto, difícil de detectar.

Los glóbulos cometarios (pequeños cuerpos esféricos) son objetos alargados y su nombre proviene del gran parecido con los cometas, aunque no tienen nada en común.


Todos los glóbulos cometarios encontrados hasta ahora son nubes aisladas, relativamente pequeñas, con cabezas densas, oscuras y polvorientas, y colas largas y débiles.

Esta imagen hace parte del programa 'Joyas cósmicas del ESO', una iniciativa de divulgación que pretende dar a conocer imágenes de objetos interesantes, enigmáticos y visualmente atractivos, utilizando telescopios con un fin educativo.

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